SABORES DE FAMILIA (Segunda parte)

SABORES DE FAMILIA (Segunda parte)

Ojala les haya gustado mi primer encuentro con mi hermano Jorge, el primero de muchos que hemos tenido.

Después de tremendo culión que nos dimos ese viernes en la noche, me di cuenta que el problema no era yo, sino, que mi alma albergaba otro tipos de deseos ocultos y que desde ese primer momento de éxtasis con mi hermano, mi espíritu comenzó a liberarse.

En la mañana del sábado, desperté con mi culito adolorido por los embistes que mi hermano me había regalado, no me importó mucho. Jorge se había dormido a mi lado desnudito, lo miraba y recordaba la noche anterior y un calor envolvió todos mis sentidos. Empecé a acariciar sus bolas duritas, no dudé en bajar y lamer su pene que de estar fláccido comenzó a endurecerse.

Jorge ya había despertado, pero sus ojitos permanecían cerrados, sólo sentía la suavidad de sus gemidos de placer y un poco de ardor (ya que mi culito era virgen y se le había pelado alrededor de su gran glande). Me puse en medio de sus piernas y lo miraba mientras devoraba su polla exquisita. Abrió sus ojos y acariciaba mi cabeza, me decía…

-Suavecito mamita, así…mmm…que rico que la chupas mi vida, así rico, sigue, dame tu garganta hermanita.

-Que rico es tu pene mi amor, me encanta, me fascina lamerte…metí hasta el fondo de mi garganta su pene duro como roca y comencé a corrérsela.

-Quiero acabar en tu conchita, súbete en mi, cabalga mi polla mi amor y así podré disfrutar de tus ricas y grandes tetas…le di unas mamadas más y me monté en ese tan exquisito palo grueso. La química que existía entre nosotros era tan fuerte que no demoramos en acabar. Otro orgasmo delicioso y maravilloso.

-Eres deliciosa mi amor, me gustaría satisfacer todas tus fantasías, quiero hacerte la mujer más feliz del mundo, me dijo después de acabar con su polla aún dentro de mi conchita.

-Contigo a la luna mi amor, le dije recostada sobre su pecho.

-Vamos a ducharnos cosita rica, así nos podemos refrescar un poquito hermanita, me dijo…

Nos levantamos de la cama y sentimos unos pasos que se alejaban de la puerta (estaba abierta, ya que sabíamos que en la casa no había nadie, pero que equivocación).

Jorge se puso la sábana en la cintura y salió rápido de la habitación, yo por lo pronto, sólo me cubrí con mi bata y salí detrás de él. Era Javier (nuestro primo hermano, hijo mayor de la hermana de nuestra madre), todos los sábados jugaba a la pelota en un club cerca de mi casa y pasaba a ducharse después del partido (este detalle se me había olvidado por completo)

-Que onda uds.? …nos miró y nos preguntó con una mirada algo extraña, pero a la vez muy curiosa.

-que onda nada!...le dijo Jorge…tú no has visto nada, ok. Tú no sabes que antes de entrar a una casa extraña, tienes que golpear?...yo estaba callada, no me salían palabras por la vergüenza.

-Está bien, no te pongas tan agresivo, lo que ustedes hagan es cosa suya, pero para la otra inviten…dijo mostrando una sonrisa y agarrándose la entrepierna. Javier me guiñó el ojo. (Javier siempre fue más parrandero y caliente, era el con más aventuras de la familia)

-Esto es entre mi hermana y yo, tú con tu vida y nosotros con la nuestra.

-Ya para, sólo quiero ducharme y me voy.

-Hazla súper corta, yo voy a comprar algunas cosas para comer y cuando vuelva no te quiero aquí…Jorge salió a comprar.

Ahí estaba yo, sola con Javier y sin palabras. Él me miraba y yo me ponía cada vez más nerviosa, lo único que atiné a decir…me puedo duchar yo primero? Tengo que ordenar la casa.

-Claro que si, es tu casa y debes sacarte ese sudor que emana de tu cuerpecito. Cómo estuvo la noche?...contesta primita, esto queda entre nos, siento una gran curiosidad por lo nuevo en tu vida.

-Córtala Javier, déjame en paz, yo no te pregunto nada de lo que haces por ahí. No se que haces y menos con quién lo haces.

-Pregúntame y te cuento todo con lujo de detalles.

-No me interesa y disculpa pero me voy a la ducha…

Acto seguido, llegué al baño y me metí a la bañera. El agua se sentía exquisita y ahí en la privacidad de mi baño, empecé a recordar el pene de Jorge penetrando mi conchita, tomé el mango de la regadera y dirigí el chorro de agua directo a mi clítoris. Se sentía muy rico, estaba muy deseosa y concentrada en el placer que me producía los intermitentes chorros de agua golpeando mi conchita, que no me di cuenta que Javier me observaba desde la puerta y como la cortina era transparente, mi cuerpo estaba todo al descubierto.

-Bravo, sigue así. Jamás pensé que fueras tan ardiente primita, te pegaste un culión rico hace poco y por lo visto, anoche tienes que haber disfrutado de lo lindo y sigues queriendo más…me tienes verde hace tiempo, ya que tus tetas, que están que casi revientan, han sido la que inspiraron de varias de mis pajas.

-Javier, sal del baño, déjame tranquila. Tú no puedes ver a una mujer en cueros? Soy tu prima y tienes que respetarme!

-Y como Jorge es tu hermano y no te importó comértelo?...yo igual tengo polla grande, es un mal de familia. Te prometo que sentirás rico…me dijo abriendo la cortina bruscamente.

-No Javier! No quiero nada contigo…le tiré agua para que se alejara de mi, pero fue peor

-Ahora que estoy mojado entero, me puedo duchar contigo y disfrutar mejor, además Jorge tiene para rato. No seas malita, si te va a gustar sentir a tu primito regalón dentro.

Javier se sacó toda la ropa y se metió rápidamente en la ducha, no pude disimular ver su tremendo pedazo de verga apuntando hacia el techo…me sentía muy confundida. Javier de pronto me tomó en brazos y para no caer, me agarré de su cuello (la escena me hace recordar a Jorge cuando me penetraba de la misma forma)

-Tranquila primita, no voy a hacer nada que no te guste…me decía apoyando mi conchita en su glande, hacía como si me lo iba a poner dentro, pero no lo hacía, me punteaba, pero no me lo clavaba…

-Quieres polla primita? Responde y te la meto toda en tu conchita, me decía mientras frotaba su pene en mi orificio.

No soporté la calentura que me producía el sentir su polla dura a punto de ser clavada y le digo…

-Métela hasta el fondo Javier, por favor hasta el fondo…Me la introduce de un empuje y clava su boca en la mía, desencadenándose un apasionado beso, su lengua jugaba con la mía, mientras con sus brazos me subía y me bajaba, embistiendo duro y perfectamente su verga en mi conchita…no pude resistir y acabé súper fuerte…mmm…ahahah…ohhhh…fue un orgasmo muy rico y profundo.

-Que rico primita, cierto? Te gusta mi polla? Yo se hacer cosas mejores que Jorge y contigo primita, puedo hacer que sientas un concierto de orgasmos. Yo lo escuchaba tratando de recuperar mi respiración.

-Ahora vas a hacer todo lo que te diga, ok? Ya que te daré algo que jamás has sentido.

-Ok Javier, pero dime que me vas a hacer.

-Tú tranquila, estoy seguro que lo disfrutarás. Ponte de rodillas y abre bien tu boca, quiero que me comas la polla, quiero que tus dulces y gruesos labios atrapen y devoren mi polla…

Me puse como Javier me dijo, le agarré los testículos y comencé a lamer su tronco desde la base hasta el glande (estaba cubierto de mi sabor), abrí la boca y empecé a chupar su rica polla dura apretando con una mano su base y empujándola contra mi garganta. Javier apretó mi cabeza contra su pene para que entrara más y más, dejándome casi sin respiración, sólo la retiró cuando empecé con arcadas y mis ojos lloraban…

-Que rico la chupas primita sabrosa, eres una zorra muy puta y me encanta…

Yo seguía agachada a sus pies y él se agachó a mi lado, me dio unos besos exquisitos, me chupó la lengua y me introdujo sus dedos en mi conchita, empezó a moverlos rápidamente dándome un placer muy diferente, él siguió batiendo sus dedos dentro de mi, haciendo presión en mi vejiga y metió los dedos de su otra mano en mi boca para que se los lamiera.

-Para Javier!!...no, no, no sigas, que haces por favor…le dije muy asustada, ya que estaba sintiendo algo dentro de mi a punto de estallar y no lo podía controlar, era una sensación muy distinta, especial, rica y dolorosa, pero a la vez muy placentera y desesperante.

-Siente rico cosita, zorrita dale, no tengas miedo, déjate llevar…me dijo y siguió batiendo sus dedos dentro mío… que terrible sensación, era exquisita, ya no podía más…mmm…

-Qué me pasa? Qué es esto que siento?, ya no puedo más, voy a acabar…mmm…ohhhh…ahhh…Acabo tan fuerte que me orino, me oriné mientras que acababa tan fuerte y profundo…que vergüenza.

-Cómo sentiste putita rica? Te gustó?

-Jamás había sentido algo así, fue muy fuerte Javier, qué me hiciste? Jamás había sentido algo así, me oriné en tus manos, que vergüenza.

-No sientas vergüenza, fue rico cierto? Puedo hacértelo cuantas veces quieras cosita…me besó apasionadamente y cerré mis ojos para disfrutarlo mejor.

Javier me rociaba con agua el cuerpo, yo seguía con mis ojos cerrados disfrutando de sus carisias. De repente sentí unas manos en pis pechos, (no podían ser las de Javier, ya que con una mano masajeaba mi conchita y con la otra rociaba mi cuerpo con la regadera). Abrí mis ojos y era Jorge que me miraba y acariciaba mis pechos. Me quedé muda de la impresión de ver a mi otro amante disfrutando de la escena. (no supe desde cuando nos estaba observando)

-Acabaste rico hermanita, cierto? Escuché tu orgasmo y no pude evitar acercarme a ti. Lo miré y con vergüenza le dije…

-Jorge, lo siento mucho, no pude evitarlo, disculpa es que…

-No sientas pena, relájate. Ahora sentirás algo aún mejor…acto seguido, me tomó en sus brazos y me llevó a la cama sin parar de besarme. Javier lo siguió. Me dejó en la cama desnuda, deseosa y caliente, lo que me estaba pasando era algo que ni mis fantasías más ocultas podrían haber creado.

Allí estaba tendida en la cama apoyada en mis codos, mientras Jorge se desvestía rápidamente. Para no perder tiempo, Javier empezó a comerse mi conchita, tenía sus dedos dentro, su boca succionaba y lamía mi clítoris, (mis caderas se movían al ritmo de mi placer, queriendo más). Jorge me puso su polla en la boca y dio unos golpecitos en mis labios y me dijo…

-Ahora vas a disfrutar como nunca, mi golosa va a comerse dos pollas, mi hermanita rica se va a convertir en putita…me dijo, mientras penetraba mi boca hasta mi garganta, la metía hasta el fondo y la sacaba, la metía y la sacaba. Javier me levantó las caderas y me clavó su miembro duro otra vez en mi conchita. Sentía que me moría de placer, la polla de mi hermano en mi boca y la de mi primo en mi concha, era genial, tenía a dos miembros de mi familia introduciendo sus pedazos de carne dentro de mi. Me movían como ellos querían, eran mis dueños y yo era su puta deseosa de placer. Cuando estaban a punto de acabar, cambiaban de posiciones para así alargar el momento de turbio deseo.

Javier me levantó y me encajó en sus caderas, me penetró rozando su pelvis contra la mía, con sus manos abrió mis nalgas mientras me subía y me bajaba. Jorge se agachó y comenzó a lamer mi culito despiadadamente, (yo ya sabía lo que venía, mis hoyitos iban a ser destrozados), lo lamía tan rico, mi desesperación se descontroló, cuando mi hermano me introduce sus dedos.

-Quiero sentir sus pollas al mismo tiempo, les dije casi suplicando. Rómpanme la conchita y el culito a la vez, por favor llénenme de sus pollas. Quiero sentir mi cuerpo poseído por mis dos potros sementales.

Javier se tendió en la cama conmigo atornillada a su pene, mientras Jorge escupió en mi culo y lo preparó para la tremenda embestida que venía. Yo besaba a Javier, le mordía los labios y poco a poco iba sintiendo la gruesa verga de mi hermano entrando en mi culo, que goce más intenso, que delicia, que placer descomunal…mmm…ohohoh…ahhhh…mis dos hoyitos tapados de carne, llenos de polla.

Javier le dijo a Jorge, que él también quería culito, me sacaron sus penes, las agarré con mis manos a las dos, las probé, una con sabor a concha y la otra con sabor a culo, era una mezcla sabrosa.

Javier siguió tendido en la cama, me senté lentamente en su polla y me apoyé en su pecho, (él levantó su pelvis y se movió dentro de mi culo, abriendo espacio), Jorge me lamía deliciosamente la conchita, me dio un beso mordiendo mis labios y me penetró suavemente. Ambos me poseían, uno por detrás (Javier) y mi hermano en mi vagina.

-Te gusta mi amor, te gusta hermanita?, me decía Jorge al oído…lo que tú quieras te daré, lo que me pidas y desees. Nos besamos tan dulce.

Yo no podía soportar tanto placer, que empecé a acabar tan fuerte, mi mente llegaba al cielo junto con mis gritos y gemidos…mmm…ohhhhh… y mi cuerpo estaba atrapado entre esos bellos sementales.

-Yo no puedo más prima, voy a acabar, ya no soporto…gemía desesperadamente sin dejar de embestir.

-Yo igual hermana, mi leche quiere salir…mmm…ohhh

-Quiero sus leches en mi boca, les dije…Me puse de rodillas en el suelo, se acercaron a mi, tomé sus vergas palpitantes y las empecé a lamer y a frotar con mis manos, (mientras se las chupaba a ambos los miraba con toda la calentura que me producía sentir sus glandes en mi boca), en segundos saltaron sus leches blancas y espesas directamente en mi boca. Sus gemidos eran música para mis oídos y sus leches un elixir para mi boca. Me bebí hasta la última gota que exprimí de ellos, de esas preciosas pollas familiares.

Nos tendimos en la cama, rendidos de gusto y placer, (yo un poco adolorida por tremenda ensartada), sólo nuestros corazones acelerados podían explicar el goce sentido.

-Hay que repetirlo, fue espectacular, lo mejor que me ha pasado en mi puta vida, nos dijo Javier.

-Sólo si yo estoy presente, dijo mi hermano y me dio un beso.

-No hay problema, así como fue, estuvo delicioso, como de película. En seguida se levantó de la cama y se fue a duchar.

-Todo lo que quieras hacer, lo podrás hacer. Ahora eres sólo mía y te amo. Puedo compartir tu cuerpo, pero tu corazón será siempre mío…me dijo Jorge

-Yo igual te amo, te deseo con sólo sentirte cerca. Desde ahora soy y seré siempre tu puta insaciable, para que disfrutemos juntos de placeres prohibidos.

-Si mi vida, desde ahora haremos todo lo que nuestros cuerpos pidan, donde y con quién deseemos…Lo miré y la calentura me subió otra vez, lo empecé a besar y le dije…

-Y ahora que hacemos?...no perdamos el tiempo…

Pero esa es otra historia…CONTINUARÁ…

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